Además, durante la 6ta Conferencia del G-STIC, la ministra de Salud de la Nación se refirió a la necesidad de consolidar la articulación entre los sectores público y privado para alcanzar ese objetivo.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, participó hoy del panel “Producción de Vacunas en los Países en Desarrollo”, organizado por G-STIC, el encuentro global que reúne a los máximos referentes de tecnología e innovación para analizar estrategias en pos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible realizado por primera vez en la Región de las Américas.
A lo largo de su exposición, la responsable de la cartera sanitaria nacional hizo hincapié en la importancia de fortalecer las alianzas entre el sector público y el sector privado a fin de seguir profundizando la articulación entre las necesidades de la salud y el marco científico-tecnológico, con el objetivo de cerrar el círculo innovador-productivo y de favorecer el intercambio de conocimientos técnicos.
A su vez, destacó las colaboraciones nacionales y regionales que se llevaron a cabo con países como México, Brasil, Rusia y China. En ese sentido, la ministra destacó el trabajo llevado adelante entre Argentina y Brasil para el desarrollo y la fabricación de las vacunas ARNm, y celebró los avances del Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos (Bio-Manguinhos/Fiocruz) y la compañía farmacéutica argentina Sinergium Biotech para desarrollar y fabricar la vacuna APIs.
“Argentina y Brasil siempre defendieron las alianzas internacionales que colaboran en la promoción del acceso equitativo a las tecnologías de la salud, incluyendo vacunas, terapias y diagnósticos”, subrayó Vizzotti.
A ese respecto, la ministra agregó que, frente al desafío que encuentran los países en desarrollo para crear capacidades, se “necesita innovación, fabricación y mercados modelos” al tiempo que se debe “sortear la escasez y las inequidades en el acceso a los suministros, los medicamentos, las vacunas y otras tecnologías esenciales destinadas a la salud”. En ese aspecto, señaló “la gran dependencia regional a las importaciones de otras regiones” y “la heterogeneidad de la innovación y las capacidades industriales de los países regionales”.
Así, en relación a las perspectivas para la creación de capacidades en los países en desarrollo, resaltó la necesidad de “evaluar los mecanismos de adquisición de vacunas y las capacidades para el suministro por parte del mercado interno”. En esa línea, sostuvo que para mejorar la manufactura local hay diferentes factores a tener en cuenta: tanto el impacto en la población nacional y en la regional, como la necesidad de crear capacidades públicas y privadas, la disponibilidad de recursos humanos, la complejidad de la fabricación, los mercados nacionales y regionales, las disposiciones regulatorias y las patentes y licencias.
Por otro lado, detalló los principales lineamientos de la política de inmunización nacional argentina y del programa de vacunación en el país. Al respecto, sostuvo que “tenemos una larga tradición que considera la inmunización como un bien público y promueve la vacunación en todas las etapas de la vida”.
En esa misma línea, destacó que “la inmunización es un problema de interés nacional. Incluye investigación, supervisión epidemiológica, toma de decisiones basada en evidencia, al tiempo que requiere de la adquisición, el almacenamiento, la distribución y el suministro de vacunas, la conservación de la cadena de frío, la fabricación, y todas las medidas destinadas a promover la vacunación de las personas y reforzar la vigilancia de la seguridad de las vacunas”.
La ministra remarcó que, en los últimos años, el Calendario Nacional introdujo cinco vacunas en su cronograma: pentavalente, DTaP para adolescentes y mujeres embarazadas, influenza, VPH de género neutro y vacuna antineumocócica conjugada. Varicela, rotavirus, y las vacunas meningocócicas también se introdujeron en 2016.
En este sentido, especificó los logros y los desafíos con respecto a la vacunación COVID-19 para el año 2023. Así, indicó que el objetivo para este año está focalizado en completar el cronograma y aplicar refuerzos a todos los grupos de riesgo, especialmente en aquellos y aquellas mayores de 18 años. “Todas las estrategias destinadas a completar la cobertura de vacunación son una prioridad para fortalecer y mejorar la salud pública en las 24 provincias con una mirada federal”, señaló la ministra.
A su vez, recordó que la pandemia de COVID-19 puso en evidencia la falta de transparencia de los mercados, de los precios, de los costos de fabricación y los acuerdos comerciales, limitando así el impacto de las políticas de vacunación y evidenciando las inequidades en el acceso a las vacunas.
“Nosotros creemos que fortalecer la producción local de tecnología y productos destinados a la salud y reforzar las capacidades científicas y regulatorias ayudará a prevenir esta situación en futuras emergencias epidemiológicas”, agregó la funcionaria.
Para finalizar, Vizzotti resaltó: “Es este el momento preciso para colocar la salud en el centro de la Agenda 2023, reconociendo la necesidad de llevar adelante acciones intersectoriales e implementando políticas que sean eficaces para reducir las inequidades”.
Para ver nota publicada click aquí.